
Lilica, la perra que camina 6 km diarios para alimentar a otros animales
Lilica es una perra callejera de Brasil que recorre cada día más de 6 kilómetros por carreteras, senderos peligrosos y callejuelas oscuras para buscarle comida a otros animales con los que comparte su vida: perros, gatos y gallinas, que como ella viven en una especie de depósito de chatarra en Sao Paulo.
La impresionante historia de Lilica comenzó cuando fue abandonada en las puertas de una chatarrería donde vive desde entonces junto a la dueña del recinto, y otros animales. Cuando Lilica fue abandonada, estaba embarazada y a los pocos días dio a luz a unos cachorritos a los que tenía que alimentar, pero no tenía cómo hacerlo. En ese momento Lilica, desesperada por querer salvar la vida de sus cachorros, se lanzó a la carretera en busca de algún lugar en el que poder encontrar alimento, y lo encontró. Una vez sus cachorros se independizaron y fueron dados en adopción, Lilica continuó yendo a buscar comida pero esta vez para que sus compañeros, con los que vive en el depósito de chatarra, pudieran comer.
La comida la consiguió, y la sigue consiguiendo cada noche en casa de la profesora Lucía, una amante de los animales que ya dio de comer antes a otros perros sin hogar. La primera vez que vio a Lilica estaba olisqueando los contenedores de alrededor de su casa, y pensó que sería una perra callejera en busca de alimento, así que rápidamente preparó en una bolsa un poco de comida y se la ofreció. Una vez la perra había comido un poco, para sorpresa de la profesora, cogió la bolsa y salió corriendo desparramando todo el contenido. Al día siguiente Lilica volvió a casa de la profesora exactamente a la misma hora, las 9 de la noche, pero esta vez cuando terminó de comer, Lucía le ató la bolsa para que pudiera llevarse el resto de comida sin desperdigarla. Lilica cogió la bolsa y se fue.
La perra volvía noche tras noche a casa de Lucía, siempre a la misma hora, así que una de esas noches la profesora decidió seguirla para saber qué es lo que hacía con la comida que se guardaba, y pudo comprobar el inmenso corazón y espíritu solidario que tiene Lilica. Para su sorpresa esta perra camina diariamente más de 6 kilómetros con la única finalidad de poder llevarles algo de comer al resto de animales con los que convive: perros, gatos, gallinas, etc. Lucia se quedó tan impresionada que desde entonces asegura no viajar a ningún sitio, y pase lo que pase siempre está a las 9 de la noche con una bolsa de comida preparada para darle a Lilica, ya que asegura tener un compromiso con esta perra y no poder fallarle, de lo contrario tanto ella como el resto de animales se quedarían sin comer.
Este es un ejemplo más del inmenso espíritu de solidaridad que tienen los animales y del vínculo que podemos establecer con ellos. Siempre nos darán mucho más de lo que nosotros les daremos.
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